Briego

En el año 1988, los Hermanos Benito Hernando (Gaspar, Javier y Fernando), nacidos en Fompedraza y ligados a esta tierra, decidieron transformar la explotación agrícola que poseían analizando para ello los mejores recursos de la tierra.

El suelo y el clima reunían unas condiciones idóneas para el cultivo del viñedo, por lo que se seleccionaron las mejores tierras y se plantaron viñedos en Curiel, Peñafiel y Fompedraza, hasta contar en la actualidad con un total de 85 hectáreas.

El tipo de suelo es variado: en Curiel (a 700 metros) el viñedo es de tierra arenosa con piedra silicea, en Peñafiel (a 750 metros) de arenas y arcillas y el de Fompedraza (con una altitud de 910 metros) de tierras negras con piedra caliza y franco arenosas. Estas diferencias en suelo y altitud crean armonía, aportando personalidad a las uvas.

En el año 1992, elaboran su primer vino, 20.000 botellas de un joven con 6 meses en barrica. Su empeño en elaborar grandes vinos fue creciendo con los años, así como la estructura de la bodega, ampliando e incorporando técnica y tecnología a la tradición, teniendo muy claro que un vino no se improvisa, que para elaborar un gran vino hay que mimar la naturaleza y unir su fruto al trabajo. Actualmente se elaboran 600.000 botellas de un vino que, como hemos dicho anteriormente, se caracteriza por su armonía, personalidad y estructura. Desde la cosecha 1994, Bodegas Briego ha obtenido grandes reconocimientos a esta labor. Cinco cosechas consecutivas, consiguieron ser el mejor Reserva de la Ribera del Duero en los  Premios Envero. Con el Reserva del año 1995, se consiguió el mejor vino de España en Premio Paradores. Fiel 1998 logró ser octavo mejor vino del mundo en Madrid Fusión y Fiel 2004 también ha sido el tercero. En otros concursos internacionales, se han obtenido numerosas medallas de oro y plata junto con excelentes críticas en prensa especializada como los 91 puntos otorgados por el reconocido crítico Robert Parker a Briego Tiempo Crianza 2009.