Dehesa del Carrizal Vino de Pago
La elaboración se realiza íntegramente en nuestra finca, superando estrechos controles de calidad. Con los años, nuestro viñedo está dando cada vez mejores resultados. Apostamos por la enología responsable. La elaboración se realiza íntegramente en nuestra finca, superando estrictos controles de calidad. Comprende varias fases: vendimia, transporte, enfriamiento, selección y fermentación. Todo el proceso se realiza con el máximo cuidado para que la uva quede entera, consiguiendo que mantenga su calidad del viñedo al depósito.
Se inicia entonces la fermentación y el paso por la cuba correspondiente, madera francesa, hormigón o acero inoxidable, donde se van incorporando los diferentes matices. Ésta finaliza en el momento del descube donde termina una compleja dinámica de disolución de los componentes de la uva en el vino. Un seguimiento muy preciso de esa fermentación es primordial y se realiza con catas diarias. Al final del descube, el vino se pasa a barricas y el orujo se extrae de la cuba y se aprieta con nuestra prensa vertical que dará lugar al llamado vino de prensa. Esa operación es muy delicada y le damos todo el cuidado pues de su éxito depende la calidad del futuro ensamblaje.
Tras la fermentación, los vinos pasan a nuestro parque de barricas de roble francés de diferentes maestros toneleros y niveles de tostado, según sean necesarios para cada vino. Así descansarán para seguir perfilándose.
La puesta en barrica busca la finura aromática y la potencia tánica, complices naturales en nuestros vinos. Las condiciones de humedad y temperatura son siempre muy controladas. El frío invernal favorece la precipitación de los compuestos inestables, mientras que la subida de las temperaturas en verano acelera las reacciones químicas y permite al vino evolucionar en suavidad. Cada 3 ó 4 meses realizamos un trasiego que consiste a pasar el vino de una barrica a otra con mucho cuidado para separar las lías depositadas del vino limpio. Así el vino gana una limpidez notable por decantación natural. En Dehesa del Carrizal un tercio del parque de barricas es renovado cada año.
Pocas decisiones son tan importantes en la elaboración del vino como el ensamblaje. Se trata de una operación de selección y de creación. Los lotes se fusionan en algo superior a los elementos que lo componen. Este momento llega después de la puesta en barrica, pero pensamos en él desde el primer día que empezamos a probar los lotes provenientes de parcelas diferentes. Cada variedad y/o cada parcela aporta su diferencia que permite generar un vino de gran complejidad y equilibrio.
Nuestro Chardonnay también pasa por una selección rigurosa. Su crianza dura de 3 a 5 meses y todas la barricas son catadas para definir el lote final. Al finalizar el proceso de crianza, nuestros vinos pasarán el resto de su vida en una botella donde seguirán madurando, a veces durante unos años.