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La historia de Loess se remonta a 2001, cuando sus propietarios (B. Miguel y Ruano) compraron 6 terrenos para experimentar con una de las uvas sempiternas de España: la Tempranillo.
Dos años más tarde se hicieron las primeras pruebas y el resultado fue tan satisfactorio que en 2004 se embotelló el primer LOESS de la historia, aunque en una cantidad de solo 15.000 botellas. En 2005 se repitieron los mismos resultados, aunque durante dos cosechas dejaron descansar las vides para recuperar la actividad en 2008, una mala añada en general para la uva de Ribera del Duero que, sin embargo, generó grandes alegrías a LOESS.
A partir de entonces, la bodega busca consolidar su posición como uno de los grandes vinos del terruño castellanoleonés, algo que consigue con la producción cada año de su Verdejo más clásica y con la vinificación más reciente de su LOESS Collection, su vino premium, que obtiene seleccionando sus mejores cepas y procediendo a aclareos intensivos, largas maduraciones y un paso de entre 5 y 7 meses por barrica en el caso del blanco.
LOESS Collection es además un vino con sello de calidad de Elite Gourmet, la Asociación Cultural de Gastronomía para la promoción del producto español premium que tiene como Presidente de Honor a Rafael Ansón, presidente de la Real Academia de Gastronomía.
Fincas con nombre propio
Para la elaboración de sus etiquetas son claves las fincas que LOESS posee con nombre propio, donde se ubican la mayor parte de sus viñedos. La Corderilla, Carraboada y Carravalcavado, como así se llaman, han sido calificadas por la zonificación de la Universidad Politécnica de Madrid como Excelentes en la Ribera del Duero. Estas tierras poseen un tipo de suelo anfisol e inceptisol que junto con una altitud media cercana a los 800 metros, pequeñas pendientes y unas condiciones climáticas continentales, reúnen los requisitos para la obtención de un vino de mucho cuerpo, persistente al paladar y una fuerte intensidad aromática.
En el caso de sus blancos de Rueda, la uva procede de un viñedo situado en el término municipal de Nava del Rey, llamado La Serna, con una superficie de 2 hectáreas conducido en vaso y plantado en 1936.
Al frente de la gestión se encuentran los socios Ildefonso de Miguel y Jaime Saiz de la Hoya, que cuentan con la aportación de los enólogos Isaac Fernández Montaña y Beatriz Álvarez, esta última alma de unos blancos con sello único y poseedores de ese entusiasmo que ya ha hecho del LOESS un Rueda más que especial.
