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Juan Bautista García es enólogo y segunda generación de los García Pablo, una familia de viticultores que tras aumentar la masa vegetal de sus viñedos decidieron en 2001 fundar su propia bodega. Por un suceso trágico del destino, Juan regresó a La Rioja para ayudar a su padre en la bodega familiar. Tenía solo 21 años y una gran inquietud, sus amigos y la gente de su generación no bebían casi vino.
Cuando en 2008 se pone al frente de la bodega decide hacer un cambio en el estilo de los vinos para dar una solución al dilema que siempre le carcomía, el descenso generacional del consumo de vino. Su objetivo pasaba por hacer un vino diferente, que plasmara su visión personal sobre cómo entendía él ese mundo, pero que a la vez reflejara la herencia de su padre, el fundador de la bodega. Es así como surgen los vinos Paco García, por un lado, utiliza el nombre de su padre como homenaje a sus raíces y por otro, es su apuesta personal para enganchar a la gente joven con vinos más bien modernos que gusten por su frutosidad y golosidad al paladar.
VIÑAS
La bodega cuenta con 40 hectáreas de viñedo en propiedad repartidas en siete fincas de la zona central de La Rioja, a pocos kilómetros de Logroño.
La edad media del viñedo es de 30 años, y en algún caso, alcanzan los 80 años de antigüedad. El suelo de las fincas en arcilloso calcáreo, y en algunas viñas hay sembrados mantos vegetales. Poseen viñas en vaso (en los más antiguos) y en espaldera para aprovechar al máximo la luz y el calor solar.
LA BODEGA
El edificio de bodega se encuentra en el pueblo de Murillo de Río Leza. Está situada en el valle que une los ríos Leza y Jubera, afluentes del Ebro y desde su terraza y sala de catas se visualiza la Sierra de Cantabria y los montes de Clavijo. A 12 metros bajo tierra y repartido en tres alturas se encuentra la nave de elaboración, la sala de barricas y el botellero.
Tienen un viñedo experimental frente a la bodega, con una pequeña muestra de distintas cepas para enseñar a sus visitantes las variedades autorizadas en Rioja.
EQUIPO
El otro 50% del proyecto Paco García lo encontramos en Ana Fernández Bengoa, una bonita historia de "chico conoce a chica" que ha permitido a Juan Bautista encontrar la horma de su zapato y cumplir su sueño bodeguero junto a su pareja. Ana se encarga de la exportación de los vinos Paco García y junto a tres personas más entre campo y bodega, conforman una joven y entusiasta plantilla de poco más de 7 personas.
