Quienes conocen bien Remelluri suelen decir que el origen de la Granja se pierde en la noche de los tiempos. Una necrópolis en el centro de la finca así lo atestigua.
Un conde alavés llamado Erramel fundó Erramelluri. Así empieza la historia de un enclave. En este lugar, rodeado de antiguos viñedos, se encuentra un antiguo lagar de vino, y también, uno de los vestigios vinícolas más antiguos de La Rioja.
En el siglo XIV, los monjes jerónimos se asentaron en estas tierras donde crearon una granja monástica dependiente del santuario de Toloño, en la cumbre de este monte.
Los cultivos de la granja están ubicados de tal manera que están protegidos del viento y las heladas. En su entorno aún hay restos de poblaciones prehistóricas, romanas, visigodas, árabes y medievales, que hablan de una actividad agrícola desde tiempos remotos.