Guímaro es el proyecto que retoma la tradición familiar de colleteiro de Pedro M. Rodríguez Pérez, con el enólogo Luis Buitrón para elaborar vinos fieles al escarpado territorio de la Ribeira Sacra.
Para ello sigue cultivando las variedades autóctonas de la zona como Caíño, Sousón, Merenzao o Brancellao, que entran en mayor o menor medida en el coupage de sus tintos elaborados principalmente con uva Mencía.
Filosofía
Junto al respeto a las castas tradicionales de la Ribeira Sacra, en Guímaro han apostado por retornar a las elaboraciones tradicionales, como las fermentaciones con raspón o el pisado de la uva. Estos manejos, requieren de mucha mano de obra y poca mecanización en bodega y otorgan particulares notas en cata que resultan sorprendentes para la gente joven y que recuerdan a los vinos de antaño a los mayores.
Su filosofía pasa también por una producción cada vez más ecológica y por limitar el sulfuroso en sus vinos. Además, siempre utilizan barricas usadas. Para preservar la esencia de sus vinos.
El Viñedo
Las viñas de Guímaro se encuentran bastante próximas, pero la particular orografía de la Ribeira Sacra hace que las parcelas sean muy diferentes entre sí, dependiendo de la altura y la orientación que tengan. Esta heterogeneidad se traduce también en una gran riqueza de matices. Las pronunciadas pendientes hacen necesario la plantación en bancales para sujetar la tierra, dando lugar a diferentes composiciones de suelos.
Los viñedos de Guímaro se hallan en la ladera de Doade, una de las más reconocidas de entre todas aquellas que se asoman al Río Sil.