Solterra

En el corazón mismo de la Ribera del Duero (Roa), donde cuentan los entendidos que se localizan los mejores viñedos de la Denominación de Origen, se ubica la Compañía Vinícola Solterra, bodega con 49 Ha. de viñedo propio.

Sus modernas instalaciones se inauguran en 2009 y se completan en los años siguientes. El proyecto es parte de un sueño, largamente acariciado, en el que han confluido el amor por la tierra y la pasión por el mundo del vino. Y basta un somero recorrido por sus instalaciones para darse cuenta de que el amor y la pasión son señas palpables de identidad. Hay alma en cada rincón de esta bodega, aparentemente modesta desde el exterior, pero sorprendente, por su dimensión y armonía, cuando uno penetra por el arco de piedra que da acceso a la plaza central. Los materiales utilizados para su construcción son sencillos: ladrillo, piedra, hierro, madera y cristal, en una combinación tan armónica que hace que uno se sienta agradablemente identificado con el conjunto. El recorrido por el interior no defrauda las expectativas creadas, ya que son muchos los puntos en los que pueden ver tanto el viñedo como las instalaciones internas, con lo que ese mimetismo a que antes nos referimos no es una sensación sin fundamento. Los detalles y buen gusto que rezuman son tantos que hacen que el visitante se encuentra gratamente sorprendido. Y lo mismo ocurre con las modernas instalaciones en que se elaboran los vinos, de las que destacan la sala de barricas y la sala de jaulones, esto es, el sancta sanctorum de una bodega donde duermen y mejoran los vinos una vez que se han depositado en las barricas de madera y en las botellas, respectivamente. Es notoria la sencillez y elegancia de estos espacios. En resumen y sin temor a exagerar, diríamos que Solterra es una de las bodegas más hermosas de la Ribera del Duero, no tanto por su grandiosidad o desmesura, sino por la sencilla elegancia y el equilibrio que respira por doquier.

Con una capacidad de producción de aprox. 600.000 botellas.