La situación del viñedo, sobre un suelo calizo-pedregoso pobre en humus, con excelente permeabilidad y drenaje, constituye una condición óptima para el cultivo de las cepas.
Salinas posee un microclima especial para el viñedo, 550 m de altitud, la variación de la temperatura entre el día y la noche potencia la maduración equilibrada de los racimos. Insolación alta y pluviometría anual moderada.
Para poder garantizar una calidad excelente de nuestras uvas dejamos, como máximo, dos kilos por cepa para que toda la fuerza de la planta se concentre en ella.
Vendimia y selección manual de nuestros racimos. Vinificación por gravedad y control de la temperatura durante todo el proceso.
Recuperación de lías de una primera crianza de 9 meses, envejecidas hasta 21 meses confiere a nuestro vino el equilibrio aromático y complejidad que le caracteriza.