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Habla del Mar es un vino blanco aromático en donde destaca su fragancia marina con notas vegetales que nos recuerdan a algunas especies de algas, y matices de membrillo y manzanilla. En boca es expresivo con una vibrante acidez y una auténtica mineralidad de mar que da paso a sensaciones frescas y florales y con un final sutilmente salino.
Envío en 24/72 horas.
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Garantía de devolución.
Vinos almacenados a temperatura controlada.
Habla del Mar es el blanco submarino de Bodegas Habla y forma parte de una "nueva categoría de vinos todavía por descubrir, una categoría llena de singularidades que abre la puerta a nuevos y novedosos métodos de elaboración". Lo primero que llama la atención es que se trata de un vino sin añada, y lo segundo es que está elaborado con una mezcla de variedades blancas atlánticas de procedencia nacional.
Tras una primera fermentación en bodega, el vino realiza una segunda fermentación en depósitos de 300 litros bajo el mar en el entorno de la localidad francesa de San Juan de Luz durante varios meses, cogiendo así una serie de notas salinas, de yodo y algas que pueden apreciarse posteriormente en cata. Toda una rareza que invitamos a descubrir.
Blanco
Sin identificación geográfica (España)
100% Otras variedades blancas
Amarillo limón / Limpio / Brillante / Reflejos acerados
Sutil / Notas salinas / Notas vegetales / Algas / Manzanilla / Membretillo / Notas yodadas
Suave / Expresivo / Buena acidez / Nota minerales / Notas salinas / Equilibrado / Fresco / Notas florarles / Final largo
200 Hectáreas de tierra difícil, finca de pizarra, poco fértil y exigente, pero que sabe cómo cuidar a la planta. Al no recibir suficiente agua, la cepa lucha por sobrevivir y se esfuerza por encontrarla ella misma, da poco, pero lo mejor de si. De esta forma la uva nos contará con sus aromas dónde está plantada. Es la mística de “la esencia”.
No fue fácil encontrar el terruño donde hacer el tipo de vinos que soñábamos desde un principio. Una tierra que obligara a sacar lo mejor de cada cepa y que dotara a nuestras variedades de uva de una fuerte personalidad para así producir unos vinos únicos.
En medio de doscientas hectáreas de esta finca trujillana que ya los griegos cultivaron en la antigüedad, se alza el edificio que acoge a nuestra bodega, una de las más avanzadas de nuestro país.
El edificio que acoge nuestras instalaciones no solo es una obra de arte de arquitectura contemporánea, sino que sobre todo está diseñado con criterios esencialmente funcionales para permitir un flujo de trabajo óptimo y adecuado a las necesidades de elaboración del vino, el cual siempre está en primer lugar de preferencia a la hora de tomar cualquier decisión.
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