La historia nace de la mano de Fausto González, un hombre con un sueño y con una capacidad: aunar ilusiones y juntar un grupo de personas capaces de conmocionar una región, Castilla-La Mancha. Los viñedos de Martúe están localizados en La Guardia de Toledo. La Finca Campo Martuela comenzó a plantarse en 1990, mientras que Finca el Casar lo hizo diez años más tarde. No fue hasta el año 2000 cuando por fin se alcanzó la calidad óptima de las uvas para comenzar a elaborar un vino con la calidad que aún hoy los caracteriza, y así etiquetar el vino bajo la marca “Martúe”.
Martúe tiene un entorno especial sin el cual no habría podido nacer. Este entorno es La Guardia de Toledo. Una fortaleza sin la cual no podría haberse conseguido el sueño, los viñedos. Y una estrella, su gente. Gente que forma un equipo con una clara y firme filosofía de constancia y dedicación, perseverancia y cariño. Sólo esta es la fórmula posible para elaborar un vino que expresa tanto sentimiento como lo hace Martúe.
La bodega está equipada con los más modernos avances técnicos para la elaboración de vinos de calidad, objetivo primordial de Martúe. Las vinificaciones se realizan en depósitos de acero inoxidable dotados con control de la temperatura de fermentación. Martúe dispone de un área para la crianza de los vinos emplazada a 7 metros de profundidad bajo la nave de embotellado y el almacén de productos, donde se mantienen las condiciones idóneas de humedad y temperatura durante todo el año. Para la crianza en barrica, cuenta de 1.000 barricas nuevas y seminuevas de roble francés y americano.